domingo, 4 de febrero de 2018

A veces las cosas no son lo que parecen



         El pasado 10 de enero publicamos la noticia de la supuesta tala de un olivo centenario en el barranco de la Peñazuela de Ainzón, insertando esta imagen del corte realizado que nos había remitido nuestro colaborador D. Juan Manuel Serrano Lacaba, en la que podía apreciarse que la actuación era relativamente reciente.




         La información derivaba de otra publicada el 12 de diciembre sobre la iniciativa emprendida por D. Adrián Gracia Balaga para que el excepcional conjunto de olivos existentes en ese lugar fueran declarados Conjunto de Interés Cultural, lo que había dado lugar a la incoación del correspondiente expediente por parte de la Dirección de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón. Por ese motivo habíamos mostrado nuestra preocupación por el hecho de que, cuando estaba en marcha ese proceso se hubiera producido la tala de uno de esos olivos centenarios.



         Sin embargo, no siempre las cosas son como a primera vista pudieran parecer. Ayer, se puso en contacto con nosotros uno de los “malhechores” (como irónicamente se califica) para explicarnos lo ocurrido. Porque los autores de la actuación fueron precisamente el propio Adrián Balaga y su padre que, con el fin de facilitar la datación de los olivos, mediante el método de radiocarbono, sin perjudicar al conjunto, solicitaron permiso al propietario de otra finca cercana, D. Jesús Julio Camarero, donde se encontraba el tocón de uno talado en 1963, para extraer una “rodaja” con la que poder efectuar el análisis. Todo ello ha quedado registrado en un vídeo realizado de todo el proceso.  



Las muestras fueron remitidas a la Estación Experimental de Aula Dei del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, donde se están procesando para obtener resultados mediante dendrocronología y C14.
Por otra parte el proyecto es mucho más ambicioso, dado que se quiere ampliar mediante la toma de muestras en otros lugares. Concretamente en la Senia, Valderrobles, Valdealgorfa, Guara, Ainzón y Barillas. Este orden responde, según nos informa, al itinerario seguido por los cretenses cuando, desde el puerto de Tarraco, vinieron a intercambiar olivos por estaño y cobre.

D. Adrián Gracia nos ha anunciado una próxima visita para aportar nuevos datos sobre esta iniciativa de tanto interés para nuestra zona. Por ahora, nos satisface poder aclarar lo realmente ocurrido en la Peñazuela.

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