viernes, 22 de diciembre de 2017

Efemérides del 22 de diciembre


El 22 de diciembre de  1691 se produjo un hecho inusual para la época: el cabildo de la colegiata de Santa María de Borja tomó el acuerdo de invitar a una mujer para que entrara en el coro, durante el canto de Maitines el día de Navidad. Se trataba de sor Silveria de Frías y Francés, nacida en nuestra ciudad el 21 de junio de 1655. Era hija de D. Pedro de Frías y Alberite y de Dª. Juana Francés y Francés. Tras probar la nobleza de sus cuatro apellidos había profesado en el Real Monasterio de Sigena, vinculado a la Orden de Malta, a la que pertenecieron varios de sus hermanos. Entre ellos D. Pedro, que además era el prior de la colegial, cuando la religiosa visitó Borja, lo que sin duda influyó en la deferencia de la que fue objeto. El día señalado fue recibida por el cabildo en pleno y se sentó al lado de su hermano. Como era la primera vez en la historia en el que una mujer entraba en el coro, el hecho fue registrado en el libro de Gestis del capítulo.




El 22 de diciembre de 1703 falleció santamente en Manila fray José García, del que no hemos podido localizar la fecha y el lugar de su nacimiento, aunque profresó como hermano lego en el convento de dominicos de Magallón. Tras una breve estancia en el convento de Ocaña, fue enviado a Filipinas cuando tenía 27 años. Formó parte de la misión nº 23, integrada por 34 dominicos que partió  de España en 1670, llegando a Acapulco desde donde zapararon el 18 de marzo de 1671, para desembarcar en Cavite el 3 de agosto de ese año. Allí fue destinado a prestar servicio en la Universidad de Santo Tomás y, posteriormente, a convento de Santo Domingo, alternando su trabajo en uno y otro centro de Manila, a lo largo de los casi 40 años que vivió en tierras filipinas.



El 22 de diciembre de 1733 nació en Tabuenca fray Antonio Sancho de Ntra. Sra. de la Consolación nace en Tabuenca. Fue el cuarto de los diez hijos del matrimonio formado por Francisco Sancho Román y María Cuartero Fontoba, por lo que su nombre en el mundo era el de Antonio Sancho Cuartero.  A los 16 años ingresó en la Orden de Agustinos Descalzos, en la que profesó y más tarde se graduó como Lector, llegando a ser Provincial. También ejerció como Examinador Sinodal del obispado de Huesca y del arzobispado de Zaragoza, así como de Calificador del Santo Oficio, desde 1778. Murió en Zaragoza el 29 de febrero de 1788. Su retrato se conserva en el coro de la iglesia parroquial de Tabuenca, en el que aparece vistiendo el hábito de la Orden y al pecho la venera que le distingue como miembro de la Inquisición.



El 22 de diciembre de 1885 nació en Borja D. Honorato Castro Bonel. Era hijo de D. Enrique de Castro Pérez, registrador de la propiedad en nuestra ciudad, donde contrajo matrimonio con Dª. Matilde Bonel Pellicer, natural de Bulbuente. Cursó los estudios de Bachillerato en Borja y, tras pasar un breve período en el seminario de Tarazona, se licenció en Ciencias Exactas en la Universidad de Zaragoza en 1905. Tenía entonces 20 años y, poco después, obtuvo por oposición una plaza de astrónomo en el observatorio de Madrid, prestando también servicios en el Instituto Central Meteorológico. El 16 de febrero de 1911 se graduó como Doctor en la Universidad Central con una tesis sobre “Determinación de la suma de valores que toma un polinomio para un conjunto de valores de su letra ordenatriz”, un tema tras el que, como comenta su mejor biógrafo Aitor Anduaga, se escondía su preocupación por la viabilidad de las mutuas de previsión a las que, con notable intuición, consideraba abocadas a la bancarrota.

            En 1909, se había incorporado como docente a la Universidad, primero como auxiliar y, desde el 7 de marzo de 1920, fue catedrático por oposición de la asignatura de Cosmografía y Física del Globo. También desempeñó, por acumulación, las cátedras de Astronomía Esférica y Geodesia de la Facultad de Ciencias; la de Matemáticas especiales de la Facultad de Farmacia; y la de Estudios Superiores de Geografía Matemática de la sección de Ciencias Exactas. Esta brillante trayectoria académica culminó con su elección como Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales el 28 de marzo de 1934, aunque no llegó a tomar posesión por haber tenido que exiliarse.



    Para entonces, la actividad política centraba ya su atención. En 1925 había participado en la fundación de Acción Republicana que, más tarde, se integró en Izquierda Republicana. Tras la proclamación de la II República fue elegido concejal del ayuntamiento de Madrid y, poco después, Diputado de las Cortes Constituyentes por Zaragoza. Con motivo de esas elecciones, participó en un mitin celebrado en Borja, el 27 de junio de 1931. El texto de su intervención fue editado y se conserva en nuestro Centro.  Durante esa etapa fue Director General de Estadística hasta el 29 de abril de 1933 y Presidente del Patronato del Museo Naval hasta la misma fecha.

            Al estallar la Guerra Civil fue nombrado Delegado de CAMPSA y, al término de la misma se exilió a Puerto Rico. Allí fue contratado por la US Navy para realizar un estudio de sus defensas costeras y de otros trabajos. Aitor Anduaga sugiere que la Marina norteamericana ignoraba su trayectoria política, algo impensable. Hay que tener en cuenta que Honorato de Castro, aunque republicano, no fue nunca una persona de ideología extremista. Durante su estancia en la isla fue profesor de la Universidad de San Juan y, recientemente, se ha señalado su actividad como profesor en la Universidad de Santo Domingo, en la misma época. En 1944 se trasladó a México, donde ejerció como Profesor de la Universidad de Nuevo León, trabajando en el Instituto de Investigaciones Científicas de dicho centro docente, hasta que fue contratado por la Compañía Nacional de Petróleos Mexicanos, para la realización de estudios geológicos, formando parte de los Departamentos de Geofísica y de Exploración de esa compañía a la que estuvo vinculado hasta su muerte en 1962.



La producción científica de Honorato de Castro se refleja en los artículos publicados en España, antes de su exilio, y los aparecidos posteriormente. El Centro de Estudios Borjanos está intentando recopilar todos ellos, tarea complicada ya que aparecieron en revistas de difícil adquisición. Los españoles se publicaron en el Boletín de la Universidad de Madrid, cuyo primer número incluía un trabajo suyo y otro de Severino Aznar, destacado personaje relacionado con Calcena y Trasobares. Aitor Anduaga ha catalogado 35 trabajos de los cuales, 26 fueron publicados fuera de España, 23 de los cuales aparecieron en la revista Ciencia, una de las grandes realizaciones del exilio español en México.



Pero, al margen de su labor como científico, se interesó también por los temas humanísticos. De hecho, su primer artículo en el Boletín de la Universidad de Madrid versaba sobre “Nuestros exploradores en América”. En ese mismo medio publicó también su trabajo sobre “Manejos de Fernando VII contra sus padres y contra Godoy” que no recoge Anduaga, aunque sí incluye otros que comparten este interés, como uno dedicado a Miguel Servet y otro conmemorativo del I Centenario de la muerte de Alejando de Humboldt.

El 23 de mayo de 1936, se dio su nombre al nuevo Grupo Escolar de Borja, cuyo primer proyecto, que no se llevó a cabo, había sido realizado gratuitamente por su hermano el arquitecto D. Emiliano de Castro. También llevó su nombre el Grupo Escolar de Bulbuente que, como el de Borja, habían sido construidos merced a su apoyo. Cuando incluimos su nombre en el Diccionario Biográfico, llamábamos la atención sobre el hecho singular de que Honorato de Castro es el único borjano que tenía el título de “Hijo Adoptivo de la ciudad de Tarazona”, que le fue concedido por que, durante su actuación como Diputado, presentó una proposición de Ley para que el Estado cediera al ayuntamiento turiasonense el edificio y el solar de la antigua fábrica de cerillas. En la actualidad tiene dedicada a su memoria la Biblioteca Municipal de nuestra ciudad. Falleció en México en 1962.




         El 22 de diciembre de 1903 nació en Borja D. Victoriano Huerta Tejadas. Era hijo de Vicente Huerta y de Andresa Tejadas. Tras realizar el Servicio Militar en Zaragoza, siguiendo la tradición familiar se estableció aquí como jardinero y hortelano. Fue quien, bajo el mandato de los alcaldes D. Pascual Sorrosal y D. Jesús Pellicer, efectuó la plantación del parque de San Francisco de Borja, al que cuidó todo el resto de su vida, cometido en el que le sucedió su hijo Javier. Fue una etapa en la que nuestro parque llamaba la atención por las numerosas flores que lo adornaban, especialmente en ese espacio al que nos hemos referido en otras ocasiones: La Rosaleda. Falleció el 1 de agosto de 1967.

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