domingo, 26 de febrero de 2017

Efemérides del 26 de febrero


El 26 de febrero de 1560 fue bautizado en la colegiata de Santa María de Borja Pedro de Moncayo, el tercer hijo de los cuatro que tuvieron el matrimonio formado por Juan de Moncayo y Prudencia de Rada. Cursó estudios en la universidad de Huesca y, en esa ciudad, apareció publicada su obra Flor de varios y nuevos romances, una recopilación realizada por él, en cuya portada proclamaba su origen borjano, al firmar como el “bachiller Pedro de Moncayo, natural de Borja”. De ella se hicieron varias reediciones y ocupa un lugar destacado en la Historia de la Literatura.




         El 26 de febrero de 1605 fue autorizado a embarcar para Perú Pedro Pérez de Medina, natural de Mallén e hijo de Pedro de Medina y Graciosa Pérez. Viajaba en calidad de criado de D. Pedro González Refolio. Se da la circunstancia de que este personaje fue quien llevó al Nuevo Mundo los primeros ejemplares del Quijote, que acababa de ser editado. En la misma flota, aunque con destino a Portobelo, viajaron otros ejemplares embarcados por el mercader de Alcalá de Henares Juan de Sarriá.



El 26 de febrero de 1714 fue bautizado en la parroquia de San Miguel de Borja D. Diego Navarro y Gómez, perteneciente a una familia de infanzones. Cursó los estudios de Derecho en la universidad de Zaragoza y, al finalizar los mismos, retornó a nuestra ciudad, donde ejerció como abogado de la corporación municipal, siendo nombrado regidor, en 1741. En 1760, le correspondió por sorteo ejercer el cargo de Diputado de Millones por los reinos de Aragón y Valencia. En 1765, fue designado Corregidor interino de Borja pero su carrera política dio un salto cualitativo de gran importancia al ser nombrado, en 1770, Corregidor de Valencia, pasando tres años después a desempeñar ese mismo cargo en Zaragoza. Desde esos puestos de responsabilidad ayudó a su ciudad natal en numerosas ocasiones. Durante el ejercicio de su cargo en la capital aragonesa se produjo el pavoroso incendio del Teatro, ocasión en la que demostró su valía al hacer frente a una catástrofe de esas magnitudes. Durante los últimos años de su vida se hizo cargo del corregimiento de Écija, localidad en la que falleció en febrero de 1785.



         El 26 de febrero de 1717 nació en Tabuenca el Dr. D. Blas Matías Sanjuán Cuartero, en el seno de una importante familia de esa localidad. Estudió en la Universidad de Zaragoza, en la que se graduó como Bachiller y, posteriormente, como Maestro de Artes en 1741. Ese mismo año obtuvo el título de Doctor en Teología, siendo nombrado sustituto de una de las cátedras de Filosofía en 1742, pasando a ser titular de la misma en julio de 1743. En 1754 se hizo cargo de la cátedra de Teología; el mismo año de la de Durando; en 1756 de la de Sagradas Escrituras; en 1763, de la de Vísperas y, en 1767, de la de Prima de Teología en la que se jubiló. Esta brillante carrera docente culminó con el nombramiento de Rector. También desempeñó importantes cometidos en el ámbito eclesiástico pues, en 1760, siendo Vicario de la parroquia de San Felipe y Santiago, fue elegido Canónigo Penitenciario de la Iglesia Catedral Metropolitana de Zaragoza y, posteriormente, desempeñó el cargo de Visitador del arzobispado y Examinador Sinodal, misión que llevó a cabo también en el obispado de Segorbe, durante la etapa en la que ocupó esa sede D. Francisco Cuartero Lumbreras que era tío suyo. Destacó asimismo como erudito, siendo autor de varias obras que no llegaron a publicarse. Fue miembro de la Academia del Buen Gusto en las Ciencias y las Artes de Zaragoza, en la que intervino el 6 de octubre de 1758 con una “Disertación sobre el buen gusto de la Arte Crítica”. Falleció en Zaragoza el 3 de febrero de 1786.



El 26 de febrero de 1892 nació en Madrid D. Manuel Pérez Petinto y Bertomeu. Era hijo de D. José María Pérez de Petinto Landa y de Dª Filomena Bertomeu Moreno, estando vinculado a Mallén, dado que su familia paterna era una de las más destacadas de esa localidad, donde poseían hasta fechas recientes una hermosa casa solariega.



         Tras graduarse como Doctor en Medicina por la Universidad Central, en 1916, se especializó en Pediatría, aunque inició su ejercicio profesional como médico del Congreso de los Diputados. En 1923 fue nombrado “médico de la Real Casa”, primero como supernumerario y, desde 1927, como titular. Perteneció también al Cuerpo Nacional de Médicos Forenses, siendo Profesor Auxiliar de Medicina Legal en la Escuela Judicial. Su gran prestigio en ese ámbito le llevó a presidir la Asociación Nacional de Médicos Forenses. Publicó varias obras y fue Director de la revista Anales de la Clínica Médico Forense de Madrid. Médico de las Cortes, de la Beneficencia Municipal de Madrid y de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte, su incansable actividad profesional le llevó a recibir numerosos homenajes, entre ellos la dedicatoria de una calle en Mallén, como reconocimiento al gesto de donar una parcela de su propiedad, donde ahora se levanta la residencia de ancianos. Casada con Dª Ángeles Alonso Martínez y padre de cinco hijos, falleció en Madrid el 4 de septiembre de 1981. 

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