domingo, 6 de noviembre de 2016

Antiguos carruajes


            Cuando el automóvil ocupa un lugar relevante en nuestras vidas, el recuerdo de los antiguos medios de transporte, tanto de mercancías como de personas ha ido diluyéndose hasta el punto de que las nuevas generaciones .ya no recuerdan los antiguos carruajes que, hasta una época relativamente reciente, eran habituales en nuestras calles y caminos. Por ese motivo, queremos recordarlos hoy, a partir de una serie de fotografías conservadas en el archivo de la familia Ojeda que ofrecen un muestrario de sus diferentes tipos.
            En primer lugar, el carro tirado por un único animal, como el que aparece en la fotografía y que era el medio de uso más frecuente para las tareas agrícolas, aunque también transportaba personas y, en ocasiones, era utilizado para configurar los recintos donde se lidiaban las vaquillas.

            Más pesada era la galera que requería el concurso de un tiro mayor y de la que, por el momento, no hemos encontrado imágenes (aunque las hay, incluso en nuestro archivo) y que servía para el transporte de mercancías y efectos a mayor distancia.





            Los carros podían ser entoldados, en ocasiones, como el que aparece a la salida de una población que parecer ser Maleján; por cierto tirado por dos mulas  y transportando sacos. Su aspecto se asemejaba al de las tartanas, que eran de menor tamaño y con variantes, como las que pueden verse en esta otra fotografía de la plaza de San Francisco de Borja, con una de ellas cerrada.



            Ya, para el transporte de personas, se empleaban vehículos más ligeros y dotados de suspensión, como el de esta foto, tomada en Moncín, en la que se distinguen los dos faroles que lleva en la parte anterior.





            Los expertos podrían señalarnos las diferencias entre los modelos a los que corresponden otras imágenes, entre las que incluso hay algunos adaptados para uso de los niños, como el de esta foto, tirado por un pequeño burro.



            En la cúspide de esta serie de vehículos se encontraban algunos, verdaderamente lujosos, tirados por caballos de reluciente capa y cascos encharolados, asientos tapizados y postillón tocado con chistera. Aunque perteneciente a la misma colección la foto no es de Borja.




            Si lo es esta otra de un grupo de jinetes y amazonas, paseando a lomos de sus cabalgaduras y la del grupo de niños con el pequeño jumento que ofrece un claro contraste con la anterior. 

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