miércoles, 13 de abril de 2016

Otra obra de una Borja americana


            En nuestro deseo de adquirir la producción intelectual de los miembros de la familia Borja, radicados en América, acabamos de adquirir Aspectos de mi Sendero, de Rosa Borja de Ycaza, editada en Guayaquil en 1930. En sus 144 páginas reúne una selección de sus poesías, junto algunos trabajos en prosa y tres conferencias.




            Nacida en Guayaquil (Ecuador) el 30 de julio de 1889, su vida transcurrió en su ciudad natal donde llevó a cabo una ingente labor en los más diversos campos de la Cultura.
            Su primer libro fue el que motiva este comentario. En fue galardonada con el Primer Premio de la Exposición del Libro por su poemario Hacia la vida. Más tarde publicó dos nuevas recopilaciones de poemas Ritmo espiritual y Libertad, así como su autobiografía. También escribió una biografía de su padre y algunos estudios como Guayaquil, ojeada histórica de la ciudad, desde los Huancavilas hasta nuestros díasEl municipio y los problemas sociales de Guayaquil; o Influencia de la mujer como factor importante en el mejoramiento humano.
            Su incursión en el mundo del teatro le llevó a publicar dos obras: Las de Judas y Nadie sabe lo que vendrá mañana, dejando inédita otra que llevaba el título de El espíritu, así como la novela María Rosario. En la Enciclopedia del Ecuador se citan asimismo otras obras publicadas como Mundo íntimo; El espíritu manda; Alero de anhelos y Hacia otros planos



            Su polifacética personalidad le llevó a componer obras musicales y, en 1942, la Asociación de Música de Cámara de Buenos Aires le otorgó el Primer Premio, en un certamen que había convocado, por su trabajo Album de Música.
            Adelantada para su época, se implicó en la defensa de los derechos de la mujer, desarrollando una intensa actividad como conferenciante. Fundó la sección ecuatoriana de la Unión de Mujeres Americanas y fue Presidenta de la Unión Interamericana de Mujeres. También creo la Legión Femenina de Educación Popular. Correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y de los Centros de Historia de Cartagena de Indias y Santander (Colombia), dirigió el Centro de Estudios Literarios de la Universidad de Guayaquil y la Biblioteca Municipal de esa ciudad, donde falleció el 22 de diciembre de 1964.




            Era hija de otro destacado intelectual ecuatoriano, el Dr.    César Borja Lavayen (1851-1910) al que dedicó el libro que comentamos, con sentidas palabras.
            Fue un destacado médico que ejerció la docencia en la Universidad de Guayaquil y en la Universidad Central de Ecuador, de la que llegó a ser Rector. Fundador en 1877 de la Academia de Medicina del Guayas y de la Gaceta Médica, en 1893, publicó varios trabajos sobre la fiebre amarilla.
            Además, fue un brillante poeta. Sus composiciones fueron dadas a conocer en publicaciones periódicas, recopiladas posteriormente junto con otras inéditas en la obra Flores tardías y joyas ajenas, editada en 1909. Ese mismo año había sido nombrado miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
            Como otros miembros de la familia también se interesó por la política, siendo elegido en 1883 Diputado por la provincia del Guayas. Sus ideas liberales y su enfrentamiento con el Presidente Caamaño, provocaron su detención y posterior destierro en Costa Rica, donde permaneció hasta 1888. Volvió a ser desterrado en 1895 y, de nuevo, se estableció en Costa Rica durante cinco años.
            Durante la presidencia del general Leónidas Plaza fue Alcalde de Guayaquil, entre 1903 y 1904. Posteriormente, durante la Presidencia del Eloy Alfaro, ocupó las carteras de Educación Pública (1908), Relaciones Exteriores (1908) y Hacienda (1909). Falleció en Guayaquil el 31 de enero de 1910.

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