miércoles, 2 de septiembre de 2015

De toreros



            El artículo que publicamos ayer sobre el falso torero de Tabuenca ha despertado un gran interés. En relación con el mismo se puso en contacto con nosotros el escritor Antonio Cardiel, el autor de la biografía de Manuel Fernández López Pocapena, un torero que nunca existió. La fotografía correspondía a otro torero, en este caso auténtico, Manuel Fuentes Rodríguez Bocanegra, natural de Córdoba. Nosotros, reproducíamos la “famosa” fotografía y un grabado que volvemos a publicar, porque han sido varias las personas a las que les ha llamado la atención el escaso parecido de ambas imágenes, así como el aspecto “femenino” de quien aparece en la primera foto. En las páginas consultadas se le atribuye a Bocanegra, pudiendo ser el grabado de fecha posterior. No podemos pronunciarnos sobre esta cuestión, aunque queda planteada.




            También nos visitó Antonio Aragón, incansable investigador de la historia de Ambel que fue quien nos contó la anécdota del novillo que toreó Florentino Ballesteros en esa localidad, la cual dimos a conocer el pasado 14 de julio.
            Ahora, Antonio nos ha entregado una recopilación de canciones infantiles reunidas también en Ambel. Entre ellas, una que tenía como protagonista al propio Florentino Ballesteros que, como recordarán nuestros lectores murió al ser corneado en la plaza de Madrid el 22 de abril de 1917, cuando tenía 24 años.
            Hemos comprobado que la canción se interpretaba en diversos lugares, con variantes en su letra. Aquí, ofrecemos la versión más coherente, aunque con anacronismos como el de ese hijo que no llegó a tener:

De Zaragoza ha venido
un valiente novillero,
que se llama Florentino,
de apellido Ballesteros.

Ballesteros tiene un hijo
que se quiere meter fraile
y su madre le aconseja:
torero como tu padre.

Padre, prepara la capa
que me voy a torear
y mis amigos me dicen
que un toro me va a matar.

A mí no me mata un toro
ni tampoco otros cien toros;
a mí me matan las chicas
que tienen los ojos negros.

Florentino ya se ha muerto
ya lo llevan a enterrar
y encima la caja llevan
la capa de torear.

            Como hemos comentado el texto puede variar, pero es indudable que tuvo amplia difusión, como expresión de la leyenda en la que se convirtió este gran torero aragonés. Incluso en youtube hemos encontrado un vídeo con una divertida interpretación de la cancioncilla a cargo de un entusiasta francés:

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