viernes, 21 de noviembre de 2014

La Morena, otra zarzuela borjana


            Todos nuestros lectores de Borja han oído hablar de “La romería”, una zarzuela muy popular, representada en varias ocasiones que, recientemente, se intentó reponer como homenaje a D. Ramón Borobia Paños, autor de la música, mientras que el libreto fue escrito por D. Agustín Aperte.
            Sin embargo, es menos conocida la existencia de otra zarzuela, obra de los mismos autores, que lleva por título “La Morena”, estrenada en nuestra ciudad el 17 de julio de 1954. Ahora, gracias a las aportaciones de D. Fernando Castellot Lamelas y D. Isidro Aguilera Aragón, queremos ofrecer varios testimonios de lo que, en aquellos momentos, fue calificado como “extraordinario acontecimiento artístico”.
            El primer de ellos es la octavilla anunciadora, en la que se la califica de “zarzuela de costumbres borjanas, en dos actos” y se detalla el nombre de los intérpretes.
            Como en toda zarzuela, había una parte cantada, en la que los protagonistas eran Rosa María (Ascensión Navarro) y José (Jesús Sanmartín). La pareja cómica corría a cargo de Pilar Pelayo, en el papel de Simona, y Cirilo, al que curiosamente no se hace referencia en esa relación, aunque pensamos que se trata del que aparece como Perico. El papel de Paco, como líder de los cazadores, fue interpretado por Manuel Conget, mientras que el de “Panichaza” lo interpretaba Vicente Compans.
            Ya en la parte hablada intervinieron Tancy Martínez, María Pilar Pérez, Catalina Bernal, Pilarín Domingo, Teresa Aragón y Sara Arilla. En los papeles masculinos participaron Emiliano Urzay, Luis Litago, Jesús Custardoy, Pedro Costar, Julio Andía, José Irache, Ángel Sánchez, Antonio Sanjuán, Ramón Custardoy, Sebastián Sánchez, José Tejero, José Luis Alaiza y Antonio Andía. Además, intervino la pareja de baile formada por Marisa Pablo y Pedro Melero.

            No menos interesante es la relación de los encargados de la parte técnica: Enrique Pelayo (apuntador); Joaquín Irache (traspunte); Sebastián Sánchez y Mariano Tejero (como responsables de la escenografía); Eduardo Ciria (ayudante de los anteriores); José Abán, Darío Tabuenca y Fermín Tabuenca (como tramoyistas); Miguel Compans (colaborador artístico) y el “notable peluquero” Ángel Almau, como responsable del maquillaje. La dirección de la orquesta corrió a cargo, como era lógico, de D. Ramón Borobia.




            De las fotografías que se hicieron a todos los participantes, disponemos de la que aparece la bellísima señorita Teresa Aragón, que amablemente nos la ha facilitado, aunque estamos seguros de que habrá otras muchas en poder de las familias de los intérpretes.




            Fernando Castellot conservaba el folleto distribuido en la función con los textos de la parte cantada, los cuales constituyen un testimonio de gran interés sobre la época y, especialmente, sobre el papel que la famosa “torre de la Morena” desempeñaba en aquellos momentos.
            En este sentido, llamamos la atención sobre una de las partes que más entusiasmo despertaron, la titulada precisamente “La Morena”, interpretada por el coro de mozos y mozas:
            Mozos:
¿Dónde vas linda borjana
                Con carita de azucena?

                Mozas:
                A comerme la culeca
                y a bailar a la Morena.

Mozos:
                ¿Quieres que vayamos juntos
                a celebrar este día?

                Mozas:
                Negarme a tu pretensión
                sería descortesía.

                Mozos y mozas:
                La torre de la Morena
                es un lugar delicioso,
                donde se va a festejar,
                a bailar o hacer el loco.
                En la ribera del Huecha
                no hay sitio más seductor
                porque en su huerta florida
                tiene su trono el amor.

            Y es que la torre de la Morena fue siempre un espacio público donde, en torno a la fuente y a las mesas allí existentes, se reunían los borjanos en fechas señaladas, especialmente para comer “la culeca” que, para los que no son de Borja, debemos aclarar que es una torta de pan dulce, en forma de mujer, que se come el día de San Jorge.

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