miércoles, 6 de marzo de 2013

Hay que salvar la nevera de Alberite de San Juan



            Junto a la carretera N-122, a la altura de la desviación de Magallón y en el cabezo Este, de los dos que conforman El Quez, se encuentra la nevera de Alberite de San Juan, una de las mejor conservadas, hasta fechas recientes, de nuestra zona. Sin embargo, el deterioro creciente de sus elementos externos hace peligrar su supervivencia, por lo que, una vez más, queremos llamar la atención sobre este elemento de nuestra arquitectura popular para evitar que desaparezca.




            Como es sabido, estas construcciones servían para almacenar la nieve, recogida durante el invierno, que se utilizaba con diversos fines. Unos eran terapéuticos y otros estaban relacionados con la conservación de los alimentos, aunque también servía para la preparación de refrescos. Unas neveras, emplazadas en zonas elevadas servían para la recogida de la nieve y otras, cercanas a las poblaciones, se utilizaban como puntos de distribución de la misma, tras ser llevada a ella por los arrendatarios de este servicio. Entre estas segundas debemos incluir a la de Alberite de San Juan.



            Su tipología es muy variada y responde a diferentes modelos, aunque con unas características comunes. Pedro Domínguez Barrios ha realizado este minucioso esquema del ejemplar que nos ocupa, con plantas y alzados.



            Se trata de un cilindro de ladrillo, de unos 6 metros de diámetro, y una altura aproximada de unos 4,70 metros, a la que hay que sumar la de la bóveda alcanzando un total de 7 metros. El suelo está pavimentado con el mismo ladrillo manual, a matajuntas, con un retallo perimetral o grada de unos 30 cm. El módulo de ladrillo es de 36 x 18x 4 cm. y  se conservan restos de enfoscado desde el arranque de la bóveda.



No se aprecian los canales de desagüe que pudo tener en su fondo, pero si un acceso cegado, bajo arco adintelado también de ladrillo que sin duda facilitaba la salida al exterior del agua originada al fundirse, parcialmente, la nieve.




En la parte superior existe una abertura circular, por la que se introducía la nieve, que está formada por aproximación de hiladas de ladrillo y cuyo diámetro actual es algo mayor que el original, pues se han destruido las últimas hiladas. La nevera tenía una capacidad para almacenar unas 170 toneladas de nieve.



En el lado Norte, existe otro vano por el que accedían los que pisaban la nieve y colocaban la paja, que la protegía. También por esa abertura se procedía a la extracción de la nieve para su venta y distribución. Aún se conserva, sobre la misma parte del puente de madera del que se suspendía una polea.




Por delante de la misma existía un recinto que, todavía, hemos llegado a conocer parcialmente cubierto. Construido en piedra lecha de los alrededores, es la zona que está experimentando un mayor deterioro, como puede apreciarse en estas dos fotografías tomadas con un año de diferencia.
Hace unos años, el ayuntamiento de Alberite de San Juan procedió a la limpieza de su interior, con el propósito de rehabilitar el conjunto. Este objetivo no pudo cumplirse entones y se colocaron unas vallas metálicas para impedir accidentes. Creemos que es necesario insistir en la conveniencia de que se lleven a cabo nuevos esfuerzos encaminados a la recuperación total de este monumento. En otras localidades de Aragón se ha hecho y, en algunas de ellas, se han convertido en elementos significativos de atracción turística. 







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