miércoles, 5 de diciembre de 2012

El lavadero de Magallón



            Otro de los lavaderos que han sido rehabilitados en nuestra comarca, durante los últimos años, es el de Magallón. Está situado en la fuente del Ángel, en la margen izquierda del Huecha, a unos 120 metros del casco urbano.





            Construido a mediados del siglo pasado, es de planta rectangular con cubierta a dos aguas, soportada por pilares de hormigón. Está abierto por sus lados sur y este por cuatro y tres vanos, respectivamente.





            El testero o fachada este queda a modo de frontón, y el acceso se realiza por el vano situado a la derecha, quedando cerrados los restantes por un pretil de poca altura, escalonado en el interior. El muro norte es ciego y, al igual que el sur, se remata con alero de media caña.





            La estructura de la cubierta es del tipo de par e hilera, formada por cerchas de tipo mixto, hormigón y acero, en la que las de acero trabajan por tracción. Este modelo, no exento de belleza, era utilizado en aquella época y, en este mismo blog, ya hicimos referencia a la cubierta de la estación de autobuses de Borja que es de características similares.





            En el testero oeste se encuentra el manantial de la fuente del Ángel, cuyas aguas son cálidas en invierno y frescas en verano. Desde allí se abastecía, en el pasado, el antiguo convento de dominicos de Magallón, por medio de una tubería cerámica que fue la primera de las que se tiene constancia aquí.





            La pila actual, se construyó más tarde ya que la original obligaba a lavar de rodillas, por lo que se adoptó este modelo que es mucho más cómodo.
            Afortunadamente, el lavadero se ha conservado y ha sido pintado de forma acertada, preservando de esta forma otro ejemplo de la arquitectura popular, siendo curioso el interés que han despertado los antiguos lavaderos.



 

            Según nos informa Pedro Domínguez Barrios, autor de este reportaje, en Magallón hubo otro lavadero, situado en pleno casco urbano, junto a la actual fuente de San Antón. Era abastecido por una acequia y llegó a contar con aseos públicos. Fue demolido para edificar la casa y tienda de Cerámicas Salvador.


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