viernes, 18 de marzo de 2011

La ermita de Gañarul en grave riesgo

Dentro del término municipal de Agón se encuentra esta ermita mudéjar que fue declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural de Aragón en 2002 y forma parte de ese conjunto conocido como “Aragón Mudéjar”. Se trata de un pequeño edificio de una sola nave con cabecera recta y tres tramos cubiertos con bóveda de crucería sencilla. Edificada en la primera mitad del siglo XIV, ha sufrido diversas modificaciones en épocas posteriores de las cuales quedan testimonios en la decoración de sus muros.



Desgraciadamente, la ermita se encuentra en un estado lamentable y, a pesar de las reiteradas llamadas de atención formuladas por el Centro de Estudios Borjanos está en grave riesgo de desaparecer. Hace unos meses, el Gobierno de Aragón encargó la realización de un proyecto de rehabilitación, pero la ermita se sigue deteriorando. Ya ha perdido la cubierta y las últimas lluvias le han afectado gravemente.


Ahora, en el transcurso de una de las visitas periódicas que realizamos, Manuel Giménez Aperte y Luis Zueco Giménez pudieron constatar la existencia de pinturas murales bajo la capa de cal que recubre sus muros. Desde luego, no tienen el interés de las que, hace años, el propio Manuel Giménez, junto con José Carlos Escribano y otros investigadores del Centro, descubrieron en la ermita de Nuestra Señora de la Huerta de Fréscano. Años después el Gobierno de Aragón procedió a la recuperación de ese extraordinario conjunto pictórico, sobre el que recientemente se ha publicado un libro que recomendamos a todos nuestros lectores.


Se trata de la obra La ermita de Nuestra Señora de la Huerta de Fréscano (Zaragoza) y su decoración pictórica, de la que autor Javier Ibáñez Fernández, editada por Prames. En ella se analizan los motivos recuperados, entre los que destaca un espectacular calendario aparecido en el intradós de uno de sus arcos fajones; la representación de Cristo como Cordero Pascual, sobre el libro de los siete sellos, rodeado de coros angélicos, como relata el Apocalipsis de San Juan; o una escena mucho más rara como es la llamada Anástasis, el momento en el que Cristo resucitado desciende de los infiernos para llevar consigo a las almas de los justos.

El descubrimiento efectuado ahora en Gañarul viene a reforzar la importancia de esta pequeña ermita, cuya imagen titular se venera en la iglesia de Agón, y nos permite soñar con la posibilidad de salvar otro conjunto de pinturas murales, cuya importancia podrá ser valorada cuando se acometan los trabajos de restauración. Si las disponibilidades presupuestarias lo impiden, por el momento, sería aconsejable cubrir la ermita con una techumbre provisional para impedir que se pierda una parte destacada de nuestro Patrimonio Cultural.

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